Está en el Capítulo 3 del Libro de Job. Un libro sobrecogedor, y más aún desmenuzado por Fray Luis de León directamente del hebreo: más pegado a la tierra, más concreto y detallista, por eso más tremendo, por lo mismo más hermoso.
Empieza Fray Luis traduciendo a lengua vulgar la Vulgata latina, que ya es una maravilla: ...expectet lucem et non videat, nec ortum surgentis aurorae..., para pasar a comentar después, casi palabra por palabra, el texto hebreo, y ¡zas!, ahí, como desperezándose legañosa después de una noche larga, aparece la aurora con su pestañeo:
(Capítulo III. Exposición) 9. " Dice más adelante: Entenebrezcanse las estrellas de su noche; espere luz, y no, y no vea alboradas de la mañana. Dice: Fuera tan noche aquella noche, y tan tenebrosa y obscura, que perdieran su luz las estrellas; las cuales, no solamente lucen con la noche, mas, cuando la noche es muy escura, suelen ellas más lucir. Y ansí declara la fuerza de su afecto y de su dolor justo con el encarecido exceso de lo que pide. (...)
Esperara luz, y no, es razón cortada, y hase de añadir y no vea la luz. Que es decir y desear: quedara sepultada aquella noche en tinieblas eternas, esto es, que nunca fuera. Y lo mismo es por otra manera: Y no vea alboradas de mañana. Y no vea, esto es, y nunca viera. Lo que dice alboradas, en el original, o es pestañas o aquel movimiento que hacen las pestañas y los ojos cuando se mueven aprisa; que es semejante a lo que hace el cuerpo del sol, o los resplandores de luz, que parece bullen en él, si alguno ha mirado en ello, cuando por el oriente amanece, que es como abrir las pestañas la mañana. Y ansí podremos decir: Y no vea el pestañear de la mañana."
Y buscando después en Google "pestañas-mañana-Job", esto es lo que me encuentro en el Comentario exegético y explicativo de la Biblia , de un tal Jamieson Fausett Brown:
"v.9.- parpados de la mañana: el alba. Los poetas árabes llamaban al sol el ojo del día. Sus primeros rayos, pues, que fulguraban antes de salir el sol, eran los párpados o pestañas de la mañana."Y es estupendo lo del ojo del día ¿pero "párpados o pestañas"? Yo no tengo ni idea de hebreo y bien que lo lamento, no sé si los párpados y las pestañas comparten consonantes, comparten raíz o comparten simplemente el ojo, pero Fray Luis en cada renglón es Fray Luis y él no duda: párpados tiene la noche; pestañas, mejor aún: pestañeo, la primera luz de la mañana.
Exposición del Libro de Job. Obra posthuma del Padre Maestro Fr. Luis de Leon, de la Orden de N.P.S. Agustin. Cathedratico de Escritura en la Universidad de Salamanca. Reproducción digital basada en la de Madrid, en la Imprenta de Pedro Marín, 1779. Pag 37-38.
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/exposicion-del-libro-de-job--5/html/
4 comentarios:
Qué pasada. Fray Luis es tremendo siempre.
Yo hace años me leí la Exposición del libro de Job, pero no recuerdo casi nada. Ahora tengo que volver a leerlo, que creo que ya empiezo a estar preparado para apreciarlo.
Pero bueno, Angel, si hay alguien de verdad preparado para apreciarlo,ese eres tú.
Yo también lo leí hace años, pero sólo sus tercetos, los comentarios me parecían prolijos y aburridos y me los saltaba, imagínate. Ahora es al revés.
Te pones a leerlo y no cierras la boca de admiración, y de cariño, porque se transparenta en cada comentario, y de pena, porque naciera donde nació y sobre todo cuando nació. Casi tres años en la cárcel y toda una vida de intrigas, zancadillas y envidias. Y Lutero hinchándose mientras a vender Biblias en alemán. Qué país.
Claro que sin el dónde y el cuándo y hasta sin la cárcel, tampoco sería fray Luis. En fin...
Gracias Cristina!! Mira con qué retraso veo esta entrada y descubro este blog. Ha sido como un Mediterráneo.... Prometo pasearme por aquí con frecuencia.
racias a ti, Verónica. Yo sí que he visto tu comentario con retraso, perdona.
Tengo un poco, o un del todo, abandonado el Blog. Me parece que he dicho ya demasiadas tonterías.
es raro esto de los blogs, a veces me siento como una chalada dando voces en la plaza. Por si acaso, mejor será que no te pasees mucho.
Eres muy amable, Verónica. Gracias, siento que me pilles de retirada
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