-Sobrevino sobre mí la mano de Yahveh. Me hizo salir por el espíritu de Yahveh. Me puso en medio del valle. Y éste estaba lleno de huesos.
Me hizo caminar entre ellos, alrededor, alrededor. Y he aquí que eran muchísimos y numerosos sobre la planicie del valle. Y, he aquí que estaban completamente secos.
Y me dijo: “Hijo de Adán, ¿podrán revivir estos huesos?” Dije: “Mi Señor Yahveh, ¡tú lo sabes!”
Ezequiel 37, 1-3
Me hizo caminar entre ellos, alrededor, alrededor. Y he aquí que eran muchísimos y numerosos sobre la planicie del valle. Y, he aquí que estaban completamente secos.
Y me dijo: “Hijo de Adán, ¿podrán revivir estos huesos?” Dije: “Mi Señor Yahveh, ¡tú lo sabes!”
Ezequiel 37, 1-3
2 comentarios:
Oh, qué maravillosa lectura.
Huesos estremecidos. Y los cuatro vientos soplando en el valle...
Sí que es una maravillosa lectura, y con muchas lecturas según parece por algunas declaraciones recientes...
Vete a saber, a mí me basta con la pregunta (¿te has fijado en las preguntas que hace Yahveh en la Biblia?) y el "Tú lo sabes".
Gracias, Enrique, besitos a esa prenda y a su mamá.
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