22 marzo 2010

Ese invisible garabato

Ramón Gaya. "La realidad -eso lo sabemos todos, lo sentimos todos- es... sagrada; y es sagrada -no divina- sin duda por ser portadora, encerradora, escondedora de ese Algo tan... evidente; Velázquez -como Cervantes, y acaso como Murillo, y también como Galdós- supo darse cuenta... de que la realidad no puede ser esquivada, evitada, saltada, por muy deleznable, provisional o externa que nos parezca, y por muy espirituales, esenciales y profundos que nos supongamos, ya que es precisamente en ella, dentro de ella, donde habita, viva y fija, esa sustancia que, sin embargo, no es en absoluto -como algún día hemos podido creer- sustancia suya propia... sino más bien como un... Son, el invisible garabato de un son, el son de un Algo que está, sí, dentro de la realidad o detrás de ella, pero sin serla, ni expresarla, ni significarla; un «Algo» que, al ser percibido por nosotros, sabemos en seguida que es más, mucho más que la simple realidad, y también... otra cosa, aunque inseparable de su cuerpo, de su ineludible cuerpo real. (...) La realidad no es divina, es sagrada; la realidad es el sagrario de la divinidad, el escondite de la divinidad. Por eso la realidad, por un lado, no puede ser esquivada, evitada, saltada, y por otro, no puede ser venerada, adorada; por eso el «realismo» -todo realismo- es siempre tan estúpido, y equivocado (...) porque enamorarse del «realismo»,... no es más, en definitiva, que tomar gato por liebre. La realidad no puede ser borrada, ignorada o pasada por alto en una obra de arte bien nacida... ni puede ser adulada, exaltada, glorificada; y tampoco... analizada, espiada, estudiada, viviseccionada; la realidad ha de ser... recibida, bien recibida, recibida con limpieza, y después, claro, ha de ser tenida siempre presente...y, al mismo tiempo... casi como abandonada, abandonada a su hermosísima y humildísima presencia. (...) sólo si hemos acertado en nuestra actitud y en nuestra... distancia respecto a ella -que acaso consista en una especie de amoroso despego-, podrá ella quedarse aquí, delante de nosotros, dando la cara, dándose, y, al mismo tiempo, conservándose propia y... virgen, sucesivamente virgen, en todo el esplendor oscuro, enigmático, de su exterioridad."

Ramón GayaAntología, Selección y prólogo de Andrés Trapiello, Edición digital basada en la de Fundación Santander Central Hispano, Madrid, 2003.
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F.Bacon- Cada generación está forzada a rehacer lo que llamamos realidad, queremos deformarla para dar fuerza a la realidad. (...)
D.Sylvester- ¿El cuerpo como carne, cadáver...?
FB- El cuerpo es la carne...
DS- Habla de su arte como accidente. ¿Piensa lo mismo de su vida?
FB- Sí... Es un accidente. Como no soy nada religioso creo que nacemos y morimos y no pasa nada más.
DS- Pero la vida ¿no tiene sentido?
FB- No, no para mi...
DS- ¿No es, por lo tanto, un hombre desesperado?
FB- No, no... precisamente soy lo contrario... Muy optimista, pero optimista en la futilidad. (...)
DS- ¿A qué edad llegaste a comprender que la muerte te llegaría a ti también algún día?
FB- Me di cuenta cuando tenía diecisiete años. Lo recuerdo muy bien, muy claramente. Recuerdo que estaba mirando una cagada de perro en la acera y de pronto lo comprendí; ahí está, me dije, así es la vida. Curiosamente, me atormentó durante meses, hasta que llegué, como si dijésemos, a aceptar que uno está aquí, existiendo durante un segundo, y que le aplastan luego como a una mosca contra la pared. (...)
FB- El hombre comprende hoy que es un accidente, que es un ser absolutamente fútil, que tiene que jugar hasta el final sin motivo... todo el arte se ha convertido hoy completamente en un juego con el que el hombre se distrae".

David Sylvester, Entrevista con Francis Bacon, Random House Mondadori, Basrcelona, 2003

5 comentarios:

julio dijo...

El abismo que media entre la mirada que admira y agradece y la mirada de alguien que quiere ser admirado.

Cristina Brackelmanns dijo...

O entre la mirada que contempla y el grito. Había pensado titularlo "el sagrario y el grito". Bacon es un puro grito.

¿Tú crees que alguien tan cerrado a la admiración es capaz siquiera de desearla?

Gracias muchas, admirado Julio.

Dal dijo...

Qué citas y qué contrastes.

A propósito de lo que dice Julio me he acordado de lo que dice Chesterton en su S. Francisco:

"All goods look better when they look like gifts".

Cristina Brackelmanns dijo...

Es que cuando se habla, o se pinta, con autenticidad, ése es el contraste. Están siempre esos dos extremos, la mirada abierta y la mirada cerrada (que suele ser grito, o vómito), y en el medio la frivolidad y la decoración.

La cita de Chesterton es perfecta.
Si la llevamos a esta cuestión de las extremosidades, podríamos decir que sin esa mirada que atiende y descubre ese garabato de amor, y agradece, los bienes dejan de serlo fácilmente.

Muchas gracias por la visita, Dal, un honor.

Dal dijo...

El honor es mío, CB. No tengo el gusto de conocerte, pero me consta que tenemos amigos comunes, siempre me han gustado mucho tus comentarios a otros blogs y estoy encantado de que finalmente hayas dado el salto a la blogosfera, cuando otros, ¡ay! estamos durmientes.