Hay un aria de Bach, de la Pasión según San Mateo, titulada "Mache dich, mein Herze, rein" ("Límpiate -o purifícate-, corazón mío"), que me pegó fuerte esta última Semana Santa. Debo de tener mucha necesidad de una limpieza a fondo, me levantaba canturreándola y me acompañaba todo el día. Volví a escucharla hace poco y creo que, con una pequeña variación (simplemente sustituyendo el "begraben" -enterrar-, por "betrachten" -contemplar- o "bedecken"-arropar-), volverá a ser la banda sonora de este adviento (más abajo os dejo el texto del aria y su traducción).
El comienzo del aria: "mache dich, mein Herze, rein", vale para todo tiempo. Y es absolutamente necesario en este de pandemia en el que tanto nos preocupamos de la limpieza. Una buena loción hidroalcohólica para el corazón cargado, eso es lo que necesitamos.
Aligera y deja sitio, por favor, corazón mío. Estamos en Adviento:
Ich will Jesum selbst begraben.
Denn er soll nunmehr in mir
Für und für
Seine süße Ruhe haben.
Welt, geh aus, laß Jesum ein!
que quiero enterrar yo mismo a Jesús.
Pues desde ahora y para siempre
ha de encontrar en mí
su dulce reposo.
Mundo, retírate, deja que entre Jesús!