Cantar es la octava obra de misericordia (o la novena, que la octava según EGM es hacerse el loco). Por cierto, antes, en las casas o por los patios, era normal oír canturrear, tararear, silbar. ¿Os habéis dado cuenta de lo poco que cantamos ahora?
http://www.cadenaser.com/sociedad/video/carne-cruda-flashmob-oficina-empleo/csrcsrpor/20130108csrcsrsoc_1/Ves
4 comentarios:
¡Qué emocionante! Yo no dudaría en sumarme a iniciativas de este tipo. El actor que llevo dentro, el afanoso buscador de alegría, me empujan a ello.
¿Hacemos uno?
¡Venga! Tendría que beberme un par de copas antes, que yo solo canto bajito y en privado, pero lo que haga falta.
Sí que llevas dentro un showman de categoría. Qué genial la fiesta navideña que montaste, y qué buenas las canciones. Fíjate que estuve pensando cuál me habría pedido yo.
Me inclinaba por la Naranjitay pinta pintita o alguna de por ahí, pero ahora sin duda sería el Here comes the sun, little darling.
Me alegro que te hay gustado. Te imagina econtrarte en cualquier sitio una cosa así?. No creas que sería muy raro. Este tipo de "actuaciones" ahora lo hacen en los lugares mas diversos. Sera para animarnos¡¡¡
Ana
Me encantó, Anita. Sea por lo que sea por lo que lo hagan, desde luego anima.
Como el cafelito con nata y arándanos que a las 8'30 (am) ofrecían los del Starbucks a todo el que pasaba por delante de la puerta. Que lo hagan por lo que lo hagan, no veas qué rico (chínchate, desertora) y cómo animaba.
Publicar un comentario