22 abril 2016

Paganini - O mamma cara


Un  joven pianista oyó interpretar la pieza al violín en Varsovia y, al terminar el concierto, conmovido por su encanto y por la portentosa ejecución, compuso unas Variaciones para piano. El portentoso violinista, a su vez,  quizá la escuchó entonar en casa cuando chico, o puede que una tarde cualquiera, al entrar en la taberna ya un poco más crecido, un borracho se arrancara a cantarla en un brote de melancolía. Los borrachos son de cantar fácil y al joven violinista le gustaban las tabernas. El caso es que, inspirado por aquella canción, compuso las Variaciones para violín que años más tarde interpretaría en un concierto en Varsovia. 

Hoy os traigo la pieza en cuestión bajo sus dos vestiduras (la del borracho, digamos la originaria, no la encuentro). En primer lugar os dejo la compuesta por Chopin al salir de aquel concierto en Varsovia, titulada muy sencillamente "Souvenir de Paganini". En segundo lugar la compuesta por Paganini, titulada, con algo más de misterio, "El carnaval de Venecia". Variaciones sobre variaciones y,  en el origen de todo, una cancioncilla napolitana de autor desconocido: "O mamma, mamma cara". 

Y una se pregunta qué tendrá que ver la mamma cara con un carnaval en Venecia, y a qué podría deberse la elección del título. ¿Querría sugerir algo el aclamadísimo Paganini, el pobre bicho raro,  perseguido hasta la tumba por los chismes?  Y a una le da por pensar, más que nada por dejar de preguntarse, si acaso fue la cara mamma de Paganini la que, mirando al  pequeñín, sus largos brazos de simio, sus deditos de tarántula, tuvo la feliz idea de convertirlo en violinista: "mira Niccolò, tú viniste al mundo con unos cuantos dones y unos cuantos defectos, todos ellos absolutamente extraordinarios, así que o  acabas reventando los estrados a aplausos o los revientas a risas. Haz de tus males virtud, toca el violín como nadie lo hará nunca y cállalos a todos". Támbien es posible, una cosa no quita la otra, que mientras la singular criatura corría de teatro en teatro, con la bolsa cada vez más llena y el corazón más vacío, la madre, allá en Génova, temblara pensando en la inquietante vida del chico. Incluso podría suceder, es bastante probable, aunque no haya modo de probarlo, que el paradójico título, pues de eso seguimos hablando, fuera sólo una dedicatoria en clave, un pudoroso envío, algo de este tenor: "En medio de este carnaval, madre querida, entre máscaras, falsía y postureo,  tu triste hijo se acuerda de ti ". 

Todo es sólo un suponer, eso está claro. Pero tan claro como que te pones a rascar, se trate de lo que se trate,  y al final siempre te encuentras con algo así de simple: una madre, una pena, una nostalgia,  algo que se siente y no se cuenta, algo muy sencillo y elemental :


Frederic Chopin. Souvenir de Paganini (1829)
-Variations on "Il Carnevale di Venezia" -



Niccolò Paganini. Il Carnevale di Venezia- Op.10 in A major (1816), 
-Variations on the neapolitan song 'O mamma, mamma cara'-



David Garrett. Carnival of Venice, from "The Devil's Violinist", 2013.
[based on the life story of the 19th-century italian violinist and composer N.Paganini]