21 diciembre 2013

Niño lindo, ante ti me rindo


Pillo un ordenador al vuelo para desearos una feliz Navidad con este  Niño lindo.

Hubo Navidad porque tenía que haberla, porque la necesitábamos mucho. Lo recordamos y lo celebramos porque la seguimos necesitando, mucho.
"¿Acaso tienes tú ojos de carne, o ves como el hombre ve?", le echaba Job en cara a  Dios. Y Dios,  que siempre escucha,  primero le soltó una bronca por impertinente, pero después nos envió a su Hijo.
Porque nos hacía falta. Porque echábamos en falta que Dios nos mirara con ojos, como los nuestros, de carne. Dios entre nosotros, viendo como vemos, con ojos y corazón de carne.
Eso es lo que celebramos: Con tus ojos lindos, Jesús, mírame, y sólo con eso, y sólo con eso me consolaré... 

No os perdáis a este grupo:  La pequeñita despeinada que está en Babia, la ricura de las gafas,  la que se retuerce el pelo, las solistas echando el alma, la más alta y esa mano que tantea, miradla, escuchadla por favor : "la vida, bien mío.."
(Del minuto 0:50 al 5:00 para los que van con prisa)

                           
El mismo villancico, una vez más, que sabemos que a este Niño le conmueven los pesados. Ahora  en versión  naïve :

 

Y el mismo otra vez, sin dejar de repetirlo. Vamos allá noch einmal con estos berlineses:
Con tus ojos bellos, Jesús,  mírame... Esa tu hermosura, ese tu candor... tierno infante... dulce amante... Niño Dios...



   Pues eso, muy feliz Navidad para todos.