tag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post3566443375287525462..comments2023-08-18T13:51:30.315+02:00Comments on sol y escudo: Domingo de Ramos: el burro y las despensasCristina Brackelmannshttp://www.blogger.com/profile/17474358005035094403noreply@blogger.comBlogger8125tag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-58077007170122313642011-04-24T20:52:18.660+02:002011-04-24T20:52:18.660+02:00Muchas gracias, José Manuel.
Feliz Pascua también...Muchas gracias, José Manuel. <br />Feliz Pascua también para ti.Cristina Brackelmannshttps://www.blogger.com/profile/17474358005035094403noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-67914714894829233812011-04-21T17:20:56.153+02:002011-04-21T17:20:56.153+02:00Sobre esto último de Marinero, recuerdo haberlo le...Sobre esto último de Marinero, recuerdo haberlo leído en el libro de Josep Pla, Santiago Rusiñol y su época, que sitúa la escena en los acantilados de Valldemosa, en Mallorca. Y muy de acuerdo con la humildad del Autor, que está presente de algún modo en sus propias obras. <br /><br />Y felices pascuas a los dos.Mora Fandoshttps://www.blogger.com/profile/06046073142240665376noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-73132329967331213532011-04-19T12:36:15.562+02:002011-04-19T12:36:15.562+02:00Recuerdo, a propósito del creador al que el públic...Recuerdo, a propósito del creador al que el público aplaude, lo que cuenta Santiago Rusiñol acerca de los crepúsculos, no pocas veces gloriosos, que se veían desde su terraza o patio (no lo recuerdo bien), y cómo la familia, cuando les parecían especialmente logrados, aplaudía entusiasmada. Incluso, si la cosa era ya excepcional, él mismo reclamaba a grandes voces: "¡El autor, el autor!". Puede suponerse que, en su infinita modestia, jamás compareció..., al menos visiblemente.marineronoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-71092710933736940792011-04-19T00:55:55.016+02:002011-04-19T00:55:55.016+02:00"...nostalgia de la dura/ y hermosa tierra&qu..."...nostalgia de la dura/ y hermosa tierra". Qué buen poeta es Cereijo. También me parece un acierto poético su hermosa manera de referirse al mundo como "esa casa de nuestra infancia", Sr. Marinero.<br /><br />Y claro que la nostalgia es comprensible; es más, yo diría que es un clamor, el de cualquiera al que la vida le produzca asombro y agradecimiento: el que pide la salvación de todo lo bueno del mundo, animal, vegetal o mineral. Yo creo que cualquier creador aspira a que su obra perdure, que ninguno se goza en su destrucción, sobre todo cuando el público la disfruta y se la aplaude tan calurosamente. ¿Cómo se resistiría Dios a salvar los pájaros, los árboles, los ríos, los perros (como los del poema de Enrique Andrés: "...la locura que espera, saltando sobre el tiempo,/volver a acariciarlos, cuando el tiempo termine"), los tatitos....<br /><br />Me alegra ir encontrando coincidencias, Sr. Marinero. Muchas gracias, naturalmente, a usted por sus comentarios.Cristina Brackelmannshttps://www.blogger.com/profile/17474358005035094403noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-45552158931256637932011-04-18T14:00:24.478+02:002011-04-18T14:00:24.478+02:00Gracias, amiga Cristina, por los textos ahora añad...Gracias, amiga Cristina, por los textos ahora añadidos, tan significativos. Hay un haiku de José Cereijo, al que he visto comparecer otras veces por este mismo blog, que dice: "¿Habrá en el Cielo / nostalgia de la dura / y hermosa tierra?". Yo creo que es comprensible que, de algún modo, la haya; que uno se acuerde de esa, digamos, casa de su infancia. Y los animales son parte decisiva de esa tierra y esa nostalgia; qué atracción tienen, por ejemplo, para los niños. Me acuerdo de un sobrino mío, que debía tener entonces como 5 años, y que, después de un tiempo de no verme, en cuanto me echó la vista encima no me dijo nada de "buenos días" ni esas engorrosas formalidades de adulto, sino directamente "¿dónde está tatito?". Aclaro que "tatito" era el gato (gata, en realidad) que entonces teníamos en casa.marineronoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-2260390676477697392011-04-18T12:42:17.312+02:002011-04-18T12:42:17.312+02:00Sr. Marinero, vea lo que comenta San Bernardo en e...Sr. Marinero, vea lo que comenta San Bernardo en ese mismo sermón: "...como dice la Escritura: Señor, tú salvas a hombres y animales". Incluso añade que en esa otra procesión celestial no han de faltar pollinos.<br />Y si en la Jerusalén celestial hay pollinos, ¿Cómo no va a haber pájaros... y perros, y hasta algún que otro gato?<br />San Bernardo, como usted sabe, era un gran contemplativo y amante de la naturaleza, a la que tenía por la mejor maestra: la de los leídos y los no leídos. <br />Suya es también esta observación que aquí le dejo por si le gusta: "Hallarás en los bosques algo más que en los libros. Los árboles y los pedruscos te enseñarán cosas que no podrás aprender de ningún maestro". <br /><br />Un abrazo, sr. Marinero de la mar.Cristina Brackelmannshttps://www.blogger.com/profile/17474358005035094403noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-29468723825969874792011-04-17T14:54:39.593+02:002011-04-17T14:54:39.593+02:00A mí también me resulta difícil concebirlo, Sr. Ma...A mí también me resulta difícil concebirlo, Sr. Marinero.<br />Pero es que, además, San Bernardo le da la razón. Hay un parrafito precisamente en este sermón... que luego le busco. <br />Y sí que somos, sí que somos. De prisioneros, avecillas y ballesteros está hecho el mundo.<br /><br />Luego le digo. Me alegra volover a verle, le hacía surcando la mar.Cristina Brackelmannshttps://www.blogger.com/profile/17474358005035094403noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6428797381792886779.post-66390595196249889862011-04-17T13:37:07.618+02:002011-04-17T13:37:07.618+02:00Respecto al punto 3, a mí me resulta muy difícil c...Respecto al punto 3, a mí me resulta muy difícil concebir un Paraíso en el que no haya pájaros. No sé si ellos, y todos los "hermanos animales" (qué bien lo dijo San Francisco) merecerán la salvación, o si eso no va con ellos; pero, si no estuvieran, yo los echaría de menos. También el prisionero del célebre romance ("Que por mayo era, por mayo...") echa de menos a la "avecilla / que me cantaba al albor". Nosotros, todos nosotros, ¿no somos de algún modo ese prisionero?marineronoreply@blogger.com