05 enero 2012

Al cambiar de calendario

Y aquí rescato unas cuantas notas, encontradas al repasar el taco del calendario viejo:

Una del mes de febrero, que anoté pensando en... mejor no señalar: "Todavía más he visto bajo el sol: en la sede del derecho, allí está la iniquidad. Eclesiastés 3:16". Y sigue: "...para que vean que por sí mismos son como animales. Ecl 3:18" .

Allá por el mes de marzo, junto a la cita diaria del Myrga, esta vez de Francis Bacon (el empirista, no el otro): "Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se conforma en comenzar con dudas, llegará a terminar con certezas", está anotado: "no creas: Donoso Cortés- la duda cartesiana".
Lo que dice Donoso Cortés, que no está allí, pero lo tengo apuntado por acullá, es lo siguiente: "La teoría cartesiana, según la cual la verdad sale de la duda como Minerva de la cabeza de Júpiter, es contraria a aquella ley divina que preside al mismo tiempo a la generación de los cuerpos y de las ideas, en virtud de lo cual los contrarios excluyen perpetuamente a sus contrarios, y los semejantes engendran siempre a sus semejantes. En virtud de esta Ley, la duda sale perpetuamente de la duda, y el escepticismo del escepticismo".

En abril, una etimología: "hermoso-fermoso-formoso. Formoso= hecho con horma (con forma), con molde". Y otra: "intellegere=elegir entre". Somos seres inteligentes porque elegimos. Acertar o no, parece que es otro asunto.

En el mes de mayo, Antonio Machado: "¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo,/ la vieja vida en orden tuyo y nuevo?/ ¿Los yunques y crisoles de tu alma,/ trabajan para el polvo y para el viento?". Sigue intrigándome ese orden suyo y nuevo de la vieja vida.

Del mes de septiembre, rescato esta nota otoñal: "Todos hemos de morir, somos agua derramada en tierra que no se puede recoger" (2 Sam 14:14).

Y del mes de noviembre, una nota sobre Aloysius, el oso Teddy de Sebastian Flyte: "Aloysius= Luis. En inglés: St. Aloysius Gonzaga. ¿Alguna relación entre Luis Gonzaga-Sebastian y Francisco Javier-Cordelia?". Podría ser, de hecho San Luis Gonzaga murió contagiado de peste por cuidar a un amigo enfermo, y San Francisco Javier, como Cordelia, fue misionero (y curiosamente los dos son jesuitas, el primero italiano y el segundo español). Supongo que algún retornante a Brideshead ya se lo habrá planteado.
La nota está debajo de otra sobre Aloysius Bertrand, que así fue como me saltó en Google ese llamativo "St. Aloysius Gonzaga". Aloysius Bertrand, que no creo que tenga nada que ver con Sebastian Flyte aunque murió tuberculoso, fue el autor de la serie de poemas en prosa Gaspard de la nuit -tesorero de la noche- y, según Baudelaire, su precursor. La nota dice: "Gaspard, tomado del original persa, que significa: hombre a cargo de los tesoros reales".

Pues bien, con d o sin d, que Gaspar, y Melchor y Baltasar, se porten generosamente.

7 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

¡¡¡Pero si esta entrada ya es un regalo de Reyes! Qué formoso todo. Y lo del Retorno está pero que muy bien visto.

Cristina Brackelmanns dijo...

Tu amabilidad sí que es un regalo de Reyes, Enrique.
Anoche, viendo a los niños y los papás que volvían de la cabalgata, pensaba en vosotros, y en las caritas de "tú" y de Enriquito, y en qué gozada de noche y de mañana de yeyes.
Besos para todos.

E. G-Máiquez dijo...

Fue una gozada. Enrique por ahora parece bastante indiferente a la magia de los Reyes, pero no por carta de menos sino por carta de más: también los pastores y todo le parece genial y divertidísimo. Carmen, ya más vieja, empieza a distinguir y está encantada con esos señores con barbas que lanzan caramelos.

Cristina Brackelmanns dijo...

Claro, Enriquito aún no se sabe esa lección de lo grande y lo pequeño, lo de fuera y lo de dentro, lo pastor y lo rey... Carmen ya juega con otra baraja. Me acuerdo que a JuanPablo de chiquitín le gustaban más los papeles de colorines y las cajas de los regalos que los regalos. Era muy gracioso pero un poco frustrante. Después ya empezó a rasgar los papeles sin mirarlos, y también nos daba pena. C'est la vie...

gatoflauta dijo...

Eso que cuenta CB de fijarse más en el envoltorio que en el regalo es algo que no les ocurre sólo a los niños, me temo. A mi parecer, es lo mismo que les pasa a quienes se fijan más en el físico que en "lo otro" -y abundan, oiga. Uno estaría tentado de gritarles: "¡Que el regalo es lo de dentro!". Pero me temo que muchos (as) no se enterarían.

Cristina Brackelmanns dijo...

No estoy muy de acuerdo, sr. gatoflauta. Yo diría que, superados los 15 y la fijación con Brad Pitt o la maciza de turno, ni ellos ni ellas -sobre todo ni ellas- son tan tontos (as).
Es verdad que hay envoltorios que animan, y lo de dentro ni fu ni fa. También es verdad que hay envoltorios poco atractivos de primeras, pero los buenos regalos saben apañárselas para llamar la atención y terminar siendo los más molones. Además, al final siempre se abren, como las sandías.
Yo diría más bien que, pasados los quince, cuando alguien no quiere un regalo, que puede pasar, que hay gente muy suya, no suele ser por el envoltorio.

Feliz año, sr. gatoflauta.

gatoflauta dijo...

Gracias: feliz año.