29 octubre 2010

Sabio distraído

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Si es sabio, no es distraído.
Si es distraído, no es sabio:.
'Sabio distraído' es un oxímoron.

Claro que 'distraído' a secas es peor. ¿O no ?

8 comentarios:

marinero dijo...

Hay una anécdota de Einstein, que viajaba con su familia (creo que en avión), y vio en un momento del viaje a una niña, a la que dijo: "¡Qué niña tan guapa! ¿Cómo te llamas?" Respuesta: María Einstein, papá. Era sabio y era distraído (creo).

Jesús dijo...

Cristina, te hablé ya de José Ignacio Tellechea Idígoras, amiguísimo en tiempos de Salamanca, historiador de los grandes, gran conocedor del siglo XVI, autoridad mundial sobre Carranza, autor de la mejor biografía que se ha escrito sobre San Ignacio de Loyola, y de una autobiografía, "Tapices de la memoria", bellísima. Ahora está en los cielos. Persona de una pureza extraordinaria, sabio y, sí, alguna vez distraído, pero en cosas pequeñas, por pura concentración. Pero, ¿de qué sabio estamos hablando? ¿Del sabio en sentido genérico, el hombre sabio de la vida, o del sabio especialista en algo? Pero hay sabios que lo son en los dos sentidos, y José Ignacio lo era. Entonces se me ocurre una cosa: en cuanto sabio especialista, historiador sepultado por miles de papeles, necesitado de concentración, José Ignacio, a veces, se distraía. Pero en cuanto sabio de la vida, no se distraía en absoluto. Si fuera así, no sería sabio, claro. En esto llevas razón.

Cristina Brackelmanns dijo...

Marinero,sobre Einstein circulan montones de anécdotas falsas como esa, pero de ser cierta, que no puede serlo porque su única hija fue dada en adopción y no llegó ni a conocerla, ilustraría perfectamente lo que quiero decir. Imagínate a un señor que en dos minutos te desarrolla la fórmula de la bomba atómica y que no es capaz de reconocer a su hija. Menudo peligro ¿no?
Einstein era un genio, un talento matemático, una inteligencia brillante, todo lo que tú quieras, pero no un sabio, un sabio es otra cosa (creo).

Cristina Brackelmanns dijo...

Hablamos del sabio de la vida, como tan bien distingues, Suso. Que, sólo porque lo es, podrá ser también sabio especialista. Si no, se quedaría en erudito.
Quien titula su autobiografía "Tapices de la memoria" no es un distraído en absoluto, sino alguien bien atento. Quizá se habría entendido mejor si hubiera dicho que la clave de la sabiduría está en la atención, que era en lo que pensaba (en concreto en el verbo francés "attendre", un tesoro de verbo, más amplio que nuestro "atender", sobre el que gira todo el pensamiento de S.Weil. A ver si consigo redactar una entrada) cuando me acordé del filósofo que se caía en el hoyo y de nuestro "sabio distraído", que es el mismo: una distracción que significa no estar donde se está, no escuchar, no ver lo que se tiene delante, estar uno siempre a su bola; y una idea de sabiduría demasiado relacionada con la cabeza, el coeficiente y las habilidades mentales.
¿Einstein versus Salomon por ejemplo? Mira en Reyes 11,3 qué se entiende por sabiduría: "un corazón que sepa escuchar", "discernir entre lo bueno y lo malo"...
Tu amigo, cuando tenía que concentrarse, yo creo que más que estar distraído estaba abstraído. Es decir, atento: estaba donde estaba. Seguro que era sabio.

Jesús dijo...

La sabiduría es la atención, claro. Es incompatible entonces con la distracción, que sería "andar a su bola". Tú lo has dicho muy bien, y yo ya no tengo más que decir sino asentir.

Cristina Brackelmanns dijo...

Gracias, Suso, tengo que buscar esos Tapices.
A todo esto, me olvidé de comentar que la que suscribe es una distraída patológica.
Por eso.
Otra entradica quería hacer sobre Prometeo, el que ve las cosas antes de que pasen, y Epimeteo, el que ve a toro pasado.
¿No es cierto que cada vez que metemos la pata hasta el fondo y miramos hacia atrás, nos damos cuenta de que todo estaba ahí desde el primer principio, que si nos hubiéramos fijado no la habríamos metido? Creo que el 99% de los errores se deben a la falta de atención. Que todo es evidente, si se quiere ver...

Jesús dijo...

¡Qué bonito te ha quedado el blog!

Cristina Brackelmanns dijo...

Es la plantilla que permite poner más ancho el texto, aunque quizá le sobran los pajaritos ¿no?
Lo que no sé hacer es dejar la foto en el perfil pero que no aparezca en la primera página, que es la del dni y mi hermana dice que he salido con cara de panoli. Se debe de poder pero no lo consigo. Espero que al menos no se vea cuando comente por ahí. Si no te importa, te dejo un saludo y así lo compruebo.
Gracias, Suso.